El Blog de Rafa Benítez
Fútbol Profesional
Xavi Valero
Estilo y eficacia no siempre van de la mano y es frecuente asistir a interesantes debates sobre la idoneidad de priorizar lo uno sobre lo otro cuando, como entrenadores, abordamos la complejidad del proceso formativo o la inmediatez del rendimiento. Si hacemos un recorrido por el fútbol de diferentes países y observamos con detalle las soluciones que utiliza cada portero para afrontar similares situaciones del juego, nos podemos encontrar con denominadores comunes que nos hacen pensar en la existencia de patrones de entrenamiento predeterminados que acaban por influir y modelar de manera notable el estilo de cada uno de ellos, hasta el punto de poder hablar de estilos o escuelas perfectamente caracterizadas. No obstante, la existencia de estos patrones no supone siempre una organización y un consenso explícito sobre la materia, sino más bien una forma heredada de entender el rol del portero en el juego del fútbol de cada país, aunque bien es cierto que durante los últimos años estamos asistiendo a una proliferación de publicaciones especializadas así como de iniciativas organizativas, y en ocasiones federativas, que están contribuyendo a conformar un 'corpus' con identidad propia sobre el portero de fútbol.
Para quienes disfrutamos analizando los recursos y estrategias que los porteros utilizan para resolver una determinada situación de juego, la diversidad de estilos no hace sino enriquecer nuestros puntos de vista y ensanchar nuestra mirada. Un recorrido por los campos de futbol de Inglaterra nos muestra porteros de físico poderoso y solventes en portería. En España encontramos porteros participativos e implicados en el juego colectivo. Italia centra su atención en la formación de porteros de técnica depurada y elegante. Muchos porteros del continente sudamericano nos han mostrado como ser certeros al lanzar un contraataque y como ser infranqueables en los duelos '1v1'. Aquello que vemos en el campo refleja años de trabajo intenso, ideas diferenciadas sobre la responsabilidad que debe asumir un portero y líneas metodológicas diversas. Este último punto merece una atención mayor dadas las consecuencias que tiene en la formación. Como apunte, diría que aún hoy me sigue sorprendiendo el aislamiento que en general experimenta el portero en las sesiones de entrenamiento.
El mimetismo es siempre el principal medio de aprendizaje para el joven portero, que intenta replicar exactamente lo que ve en los profesionales. Al tiempo que acompañamos ese proceso innato, los entrenadores tenemos la oportunidad y la responsabilidad de dar continuidad a lo bueno y de mejorar lo obsoleto e ineficaz.
El fútbol y sus protagonistas cambian. Leer tales cambios a tiempo es determinante para seguir mejorando. La globalización del mercado futbolístico y de los medios ha facilitado una forma de aprendizaje y enseñanza mestiza que esta redundando en la formación de porteros más completos y capaces de dar respuestas fiables a las demandas de un juego cada vez más rápido e imprevisible. Cada país, con su estilo y su fútbol, nos ofrece la posibilidad de ser mejores y de formar porteros cada vez más completos y eficaces.
Respuesta:
Hola Rubén. Tal como intento reflejar en el artículo, las diferencias fundamentales son metodológicas y de estilo, es decir, como se entrena y para qué se entrena. En España, Italia e Inglaterra existen curriculums formativos específicos para el entrenador de porteros que proponen líneas de entrenamiento y conceptos de juego -en muchas ocasiones antagónicos- que afectan al modelo de portero que se forma. La FA de Inglaterra ofrece, en concreto, un curriculum muy bien estructurado para la formación de entrenadores de porteros. Las competencias del portero en el desarrollo del juego son mayores en el futbol actual, y ello conlleva una mayor exigencia en el entrenamiento y en la formación. En todos estos países se trabaja duro y con método, y de todos se aprenden cosas.
Saludos,
Xavi