Gregorio García

Marca.com, Radio Marca y Marca.
"¿Gran persona que triunfa como técnico o gran entrenador que triunfa como persona?"
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"Es difícil diferenciar o distinguir cuál de las dos grandes cualidades de Rafa Benítez a las que un servidor ha tenido la suerte, mejor dicho, el privilegio de tener acceso, destaca por encima de la otra. Que es un gran entrenador pocos son los osados que lo discuten. Su curriculum le avala: Inter de Milán, Liverpool, Valencia, Tenerife, Extremadura, Osasuna, Valladolid y Real Madrid... Su palmarés, ídem de ídem: Champions League, Liga española dos veces, Copa de la UEFA, Supercopa de Europa, de Inglaterra (la Community Shield) y de Italia, Mundialito de Clubes, FA Cup...

"Es una grandísima persona, un tipo de ley y un hombre que se viste por los pies".
Pero que además es una grandísima persona, un tipo de ley y un hombre que se viste por los pies, nadie me lo puede discutir, no se lo voy a permitir a nadie. Un campeón de tantas cosas que tan solo por haber coincidido unos cuantos años en la Ciudad Deportiva contigo te abre su corazón y te deleita con ratos 'robados' a su apretadísima agenda para regalarte grandes vivencias de fútbol y de la vida misma, es algo de lo que muy pocos 'grandes' pueden hacer. Valga como curiosidad que, mientras escribía estas líneas a petición de ese monstruo que trabaja para 'The boss', ese pedazo de gran corazón con patas y muy mal genio nacido en Almendralejo,
"Aquí en su tierra, en su país, incluso en su ciudad, hay demasiados que se dedican a buscar trabas a su trabajo".
he puesto la televisión de fondo, un canal de deportes, ¡cómo no!, y me he topado con un reportaje sobre ese técnico nacido en Madrid que hizo campeón de Europa al Liverpool tras perder 3-0 en el descanso ante un tal Milan. ¡Nada del otro mundo, un insignificante logro al alcance de cualquiera! ¿O no? ¿O resulta que estamos hablando del entrenador español que más títulos, más impacto mediático y más reconocimiento ha encontrado allende nuestras fronteras? ¿Y aquí no? Pues, cosas del quijotismo patrio o del deporte nacional ese de la envidia. Aquí, en su tierra, en su país, incluso en su ciudad, hay demasiados que se dedican a buscar trabas a su trabajo, a su forma de trabajar con los jugadores. ¿Por qué será? Igual en el título esté la clave...".