Rafa Benítez, en AS

Entrevista en profundidad a Rafa Benítez en la que el técnico repasa su carrera y explica su forma de entender el fútbol profesional

26/02/2019Conrado Valle/ AS


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Rafa Benítez: "Si hemos ganado títulos en España, Inglaterra e Italia será por algo"


Conrado Valle 

Le cambia la cara cuando habla de su Valencia, Liverpool y Nápoles; se cierra en banda y pasa palabra cuando se le pregunta por el Real Madrid. As charló en el Hotel La Finca de Alicante con Rafa Benítez. De su pasado, presente y futuro; de su modelo, estilo y recuerdos.


¿Qué queda del Rafa Benítez del Castilla?

Muchas cosas. La ilusión, las ganas de ganar partidos y títulos. La diferencia está en la experiencia, que te ayuda a cometer menos errores.

¿Los entrenadores tienen fecha de caducidad?

Si te vas actualizando, no. La clave está en tener un equipo de trabajo joven, dinámico, que esté y te haga estar actualizado. Mis hijas me orientan con Instagram y demás redes. Tienes que estar al día. Nosotros tenemos el ‘software’ más sofisticado; pero luego la experiencia es la que te ayuda a tomar decisiones. Todos tenemos acceso a la información, a los datos, pero luego tienes que saber interpretar esa información.

¿En qué nota que ha cambiado el fútbol desde sus inicios?

Sobre todo en repercusión. Los medios, las redes... De lo que hoy se dice que es lo más importante, mañana nadie se acuerda. Por eso tú visión tiene que ser distinta, no te tienes que asustar ni preocupar porque en dos o tres días todo cambia. Es más importante tener un método, una forma de trabajar y seguirla durante un tiempo, sabiendo que te vas a equivocar, pero la experiencia te permite hacer mejor los análisis y equivocarte menos.

¿Los futbolistas también han cambiado su forma de ser?

Por supuesto. La tecnología y las redes sociales lo han cambiando todo. Tengo una foto de 14 futbolistas del Nápoles en un aeropuerto, todos con el teléfono y sin hablar entre ellos. En nuestro Valencia campeón los futbolistas se quedaban media hora después de cada comida hablando de fútbol, veían partidos y conocían a todos los rivales. Eso ha cambiado y tienes que saber cómo enfocarlo.

¿Qué tiene la Premier que no tenga LaLiga?

La clave son los derechos de televisión, que hace que haya mucho más dinero. Y eso te permite fichar futbolistas y cuanta más calidad tienes, cuantos más nombres tienes, más puedes vender el producto.

¿Qué opinión tiene del VAR?

Tal como funciona el fútbol, con la velocidad y la importancia que tiene cada decisión, el VAR es necesario. Otra cosa es cómo gestionarlo, porque dependiendo de eso luego habrá gente que lo critique más o menos y se aplicará mejor o peor. Pero la tecnología hace falta para echar una mano porque hay mucho en juego.

Usted fue de los primeros españoles en llegar a la Premier.

Cuando llegamos no había ninguno. Nosotros llevamos futbolistas españoles y también abrimos la puerta a otros entrenadores que están bien formados. En la Premier los españoles se han hecho camino porque han ganado. Nosotros ganamos títulos, otros compañeros también, y eso hace que la gente se fije, que vea que es el camino. Para eso hay que tener una metodología y un trabajo que los entrenadores y futbolistas españoles lo tienen.

¿Cómo ve a Pep Guardiola en el Manchester City?

Pep es un gran entrenador y tiene un gran equipo. El City invierte para llegar a lo más alto.

¿Y a Emery en el Arsenal?

Unai ha ido a un club que necesitaba cambiar cosas y va poco a poco avanzando, vamos a ver hasta dónde puede llegar. Es un gran trabajador.

No es español pero se habla mucho de él en España, ¿cómo ve la evolución de Pochettino?

Está en un buen equipo y lo está haciendo muy bien. Es un entrenador de los más valorados en Inglaterra. Eso quiere decir que de manera continua está haciendo las cosas bien, lo suyo no es sólo un año bueno.

Se le encasilla como un entrenador meticuloso.

Ser meticuloso lo veo como positivo. Depende del grupo de jugadores que tengas y cómo los puedas llevar. Pero en el fondo todos quieren lo mismo: ganar. Para hacer eso tienes que ser meticuloso. Luego hay gente que tiene suerte, que se pone ahí y los jugadores le resuelven las cosas. Pero ese no es el camino. El camino es hacer las cosas bien y sacarle rendimiento a los jugadores que tienes. Algunas veces será haciendo más hincapié en detalles y otras dando libertad, eso dependerá del jugador que tengas y deberás valorarlo.
Dicho de otra manera, gestionando egos.  Por supuesto, cada futbolista es distinto, su momento es distinto, tú momento también es distinto. Pero en contra de lo que la gente se piensa, no hemos tenido tantos problemas en los vestuarios. La cuestión es que hay jugadores a los que les encajas más o menos. Nosotros, habitualmente, con los jugadores inteligentes, a los que les aportas cosas y ellos las asimilan, no tenemos problemas. Lógicamente hay momentos en los que chocas, porque cada uno tiene un carácter. Pero si hemos ganado títulos en España, Italia e Inglaterra será que algo hemos hecho bien.

¿Por qué no funcionó su método en el Inter ni en el Madrid?

No estoy de acuerdo. En el Inter ganamos dos títulos (Supercopa y Mundialito) y sin los fichajes que se habían prometido. Solo Coutinho, que era un chaval. En el Real Madrid estábamos en esa fase del año donde teníamos que estar: clasificados para los octavos de la Champions, a dos puntos del Barcelona, que tenía un partido menos, y a cuatro del Atlético. No es un problema de que no ganemos, nosotros ganamos, pero a veces no te dejan ganar. 
¿Cuál fue entonces su problema en el Real Madrid?

Ninguno, porque ahora estoy centrado en el Newcastle.

Alguno habría cuando salió en enero del club.

Estoy centrado en lo que tiene que venir, no en lo que pasó.

Antes hablaba de egos, ¿se arrepiente de haber equiparado a Bale con Cristiano?

Estoy tan centrado en el Newcastle que ni tan siquiera me acuerdo de eso.

¿Por qué no quiere hablar de su etapa en el Real Madrid?

Diga lo que diga del Madrid, siempre habrá alguien que saque mis palabras de contexto.

¿Volvería a entrenar en España?

Sí. Pero mi familia está en Inglaterra y esa fue mi prioridad cuando volví a la Premier.

¿Por qué aceptó la propuesta del Newcastle?

Mi idea era volver para tener un equipo que pudiera ser competitivo. Los equipos de arriba estaban copados. Surgió esta posibilidad, un histórico que atravesaba por un mal momento deportivo. Por desgracia cuando llegamos había muchos lesionados y poco tiempo. No pudimos salvar al equipo. Pero asumimos un riesgo, como era quedarnos para ascender a la Premier y luego hacer un equipo competitivo para estar entre los ocho primeros... Esa era la idea.

¿Sólo la idea?

Tras quedar campeones y el ascenso, el nivel de inversión no llegó a ser lo que se esperaba y por eso no podemos acercarnos a los de arriba.

Acaba contrato en junio, ¿tiene ya decidido si seguirá o si cambiará de aires?

No quiero que los aficionados ni los jugadores pierdan tiempo pensando en eso. La clave es lograr la permanencia y luego hablar de proyectos.

¿Qué le motiva?

Hablo de un proyecto de futuro ambicioso. Con posibilidad de competir y pelear por ganar. Cuando has ganado títulos, quieres seguir peleando por ello. Me gusta mi trabajo, mi gente maneja bien la tecnología y queremos competir para ganar títulos si es posible.

¿Cuál es el modelo de gestión que considera idóneo en un club para un proyecto?

Depende mucho de la parte de arriba. De cómo la gente que toma decisiones permite a los profesionales actuar. A partir de ahí, cada club es distinto. Todos los que ganan, cada uno tiene un sello o una manera de funcionar. Casi siempre el éxito se basa en el trabajo, pero a veces también en la suerte y en la calidad de determinados jugadores que marcan la diferencia. Pero cuando alguien gana en tres países distintos, con tres culturas y enfoques distintos significa que haces cosas bien.

¿Se puede implantar en España la figura del manager?

Es difícil en España y cada vez más en Inglaterra. Depende del dueño. Él tiene que valorar qué estructura quiere; si quiere un entrenador que sólo ponga a los jugadores en el campo o un entrenador que le ayude a tener una estructura profesional. Dependiendo de eso, el manager tiene más o menos cabida.

Cuando decida bajar la persiana, ¿por qué quiere que se le recuerde?

Quedará que soy metódico, trabajador... La gente se acordará del Valencia, Liverpool, Nápoles... Lo que me sigue sorprendiendo es que la gente diga que somos defensivos.

¿Por qué le sorprende?

Nuestra clave es el equilibrio. Nuestros equipos defienden bien y atacan bien. El Valencia campeón de la primera Liga marcó sólo un gol menos que el Madrid y tenemos el récord de la victoria por más goles en la Champions (8-0 al Besiktas con el Liverpool). Recuerdo que con el Liverpool ganamos en sólo ocho días por 1-4 al United, 4-0 al Madrid y 5-0 al Aston Villa. Cuando tienes un equipo que puede atacar, atacas y cuando tiene que defender, defiendes. Ese equilibrio es lo que te hace ganar títulos.

Si pudiera revivir un momento de su carrera, ¿cuál sería?

No es justo quedarme con uno. Mucha gente hablaría de Estambul (final de Champions Liverpool-Milán), pero para llegar a Estambul hubo que pasar por otros momentos. Recuerdo el partido contra la Juventus, que tuvimos que cambiar el planteamiento para poder superar a un equipazo. Pero claro, Estambul es un momento inolvidable por cómo se produce. Pero ganar la Copa con el Nápoles también es un sentimiento especial o el Mundialito con el Inter o, cómo no, LaLiga y la UEFA con el Valencia.

¿Qué pasó en el descanso de Estambul?

Una cosa que la gente no valora es que no es lo mismo entrenar en tu país que hacerlo fuera. El idioma es una barrera muy difícil y es complicado poder transmitir a tus jugadores en inglés las emociones y los ajustes que tienen que hacer cuando vas perdiendo 3-0 contra el Milán, que era un equipazo. Yo veo a muchos entrenadores que dan la rueda de prensa con intérprete. Para mí aquello tuvo un gran valor y evidencia que tu equipo técnico tiene un nivel, una formación y podemos competir con cualquiera siempre que tengamos los medios.

De su etapa en el Valencia, ¿con qué título se queda?

Con la primera Liga y con la UEFA, porque jugar una final es diferente a cualquier otra cosa. Pero la primera Liga no fue fácil. En la segunda el equipo era más fuerte y estaba acostumbrado a esa tensión. En la primera, en enero, estábamos a ocho puntos del Madrid, pero ahí sentíamos que podíamos ser campeones. Se lo dije a Cañizares y a algún otro jugador.

¿Qué les dijo?

Que podíamos ser campeones. ¿Por qué? Porque sabía cómo trabajábamos nosotros y cómo lo hacían los demás rivales, que se basaban en la calidad de sus futbolistas. Esa continuidad, esa consistencia, nos iba a hacer ganar más partidos. Luego la afición de Mestalla nos ayudó mucho, nos contagió mucha energía en partidos claves.

¿Hasta cuándo se ve entrenando?

Diez años por lo menos. Y más en Inglaterra, que se puede trabajar de manager. Lo importante es tener energía e ilusión y yo la tengo.

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