Rafa Benítez: "Ganamos al Arsenal, sumamos doce puntos y aún así no nos hemos clasificado para la siguiente fase de la UCL"

La columna del entrenador de la SSC Nápoles en la edición del diario 'The Independent'

13/12/2013The Independent/rafabenitez.com

Este año las matemáticas se han convertido en parte de nuestro trabajo. Con el formato la fase de grupos de cuatro equipos en la Champions League, suele ser necesario hacer cálculos cuando se llega a los últimos partidos.

El Mánchester City se dio cuenta de esta situación el pasado martes. Creía que necesitaba cinco goles para terminar liderando el grupo, por encima del Bayern de Múnich, y en realidad resultóImagen que sólo eran cuatro. Como entrenador, siempre tienes que estar pensando en las tácticas y en las formas y sistemas de juego y, algunas veces, necesitas que tu cuerpo técnico te ayude con detalles como estos cálculos finales.

Quizás es mejor que un entrenador conozca todos los detalles, pero está claro que Manuel Pellegrini hubiese necesitado en Múnich que alguien de su equipo de trabajo le avisara de esos cálculos. Es muy importante, pues está claro que hay una amplia diferencia entre quedar primero o segundo de grupo en el formato actual. Sólo hay que comprobar en qué puesto han quedado los equipos para entender el porqué de esta aseveración.

¿Que hay que tener en cuenta las matemáticas? ¿Qué me vas a contar?, como se diría en España. Nuestro Nápoles ha conseguido doce puntos en su grupo, ganando al Arsenal en nuestro estadio, 'San Paolo', el pasado miércoles, y aún así no nos hemos clasificado. El último equipo que consiguió tantos puntos y no consiguió pasar a octavos fue el PSG, en 1997, pero el formato era diferente. ¿Qué se puede hacer? El Zenit de San Petersburgo ha conseguido pasar de fase con sólo seis puntos. Repito: ¿qué se puede hacer?.

Creo que es una mezcla de emociones en la que no sólo cuenta la decepción. Estamos orgullosos en el seno del equipo, juntos nos hemos convertido en un gran conjunto, jugando unos para otros en todo momento. Hemos ganado a un gran Arsenal porque nuestra intensidad, compromiso y pasión pudieron con ellos. Hemos demostrado a todo el mundo que este Nápoles es un equipo que está en crecimiento.

Nuestra situación matemática el miércoles era muy complicada. Empezábamos el partido sabiendo que, si el Borussia Dortmund ganaba al Marsella en el sur de Francia, tendríamos que ganar con una diferencia de al menos tres goles al Arsenal. Por supuesto que no esperábamos una derrota del Dortmund, así que nuestro plan era marcar un gol madrugador y luego buscar el resto. No pudimos hacerlo, así que seguimos intentándolo hasta el final.

Si eres demasiado ofensivo contra el Arsenal, puede volverse un rival peligroso. Por eso, teníamos que mantener el equilibrio justo entre la defensa y el ataque. Necesitábamos seguir buscando otro gol, aunque sin desesperarnos. Si concedíamos un gol pronto, el reto se convertía en una tarea todavía más complicada que la del famoso partido en 'Anfield' contra el Olympiakos en 2004. Otro partido que cerraba la fase de grupos y en el que hubo que tener en cuenta el tema de los números.

El Dortmund marcó a los tres minutos de partido, pero el Marsella consiguió empatar en el catorce. Si ese resultado se hubiera mantenido hasta el final, nos hubiéramos clasificado. Y así se mantuvo mucho tiempo. Durante setenta largos minutos nada cambió en Francia. Mientras, debíamos mantener nuestra idea de cómo afrontar partido, sabiendo que había que estar preparados en el caso de que el Dortmund volviera a marcar. “Seguimos puntualmente nuestro plan”, les dije a los jugadores.

Cuando el Dortmund marcó, después de ochenta y siete minutos y pasando de ser tercero a ponerse a la cabeza del grupo, fue muy duro. Pero también fue muy duro el momento en el que uno de los comentaristas de la radio cantó otro gol del Marsella y algunos fans lo creyeron y se volvieron locos, saltando de arriba a abajo en la grada. Nuestros jugadores pensaban que el partido estaba otra vez empatado.

¿Ahora entendéis porqué hablo de las matemáticas? En estas situaciones hay que mantener la calma, desde luego. Necesitas que tus jugadores tengan la mente despejada, así que tienes que mantener la calma tú también. No hay que darles mucha información, porque en lo único que tienen que pensar es en encontrar el pase adecuado, crear espacios y no ceder los nuestros al contrario.

Yo pensaba que podíamos conseguirlo, incluso tras el gol definitivo de los alemanes. El Arsenal no estaba siendo muy creativo en ataque y habían perdido a Mikel Arteta por una doble amonestación. Nuestro problema fue que los goles de Gonzalo Higuaín y José Callejón llegaron muy tarde.

Cuando los jugadores dejaron el campo, supieron que el Marsella no había marcado un segundo gol. Fue muy duro para ellos y sólo nos quedaron unos cuantos 'quizás'. Sí, 'quizás' si no hubiéramos concedido tantos goles al final, en nuestro estadio ante el Dortmund y fuera de casa contra el Marsella (ambos llegaron en los últimos cuatro minutos del tiempo reglamentario), todo habría sido diferente. Ahora tenemos la opción de disputar la Europa League, una competición muy especial para mí. La he ganado con dos equipos diferentes, con el Valencia y en su última edición con el Chelsea, así que mi desafío es ganarla tres veces. Pondremos todos nuestros esfuerzos cuando volvamos a Europa otra vez.

La falta de expectativas puede ser liberadora para Inglaterra en Brasil

No pensaba que volveríamos a hablar de Inglaterra jugando contra Italia tan pronto. Tengo que decir lo que pienso, por supuesto. Italia es mejor equipo del que era en la Eurocopa de 2012. He visto que la lesión de Pirlo ha causado debate en Italia, pero dicen que estará de baja sólo dos meses, por lo que no podemos esperar que falte en el Mundial en el Amazonas.

El equipo tiene jugadores que pueden cambiar partidos enteros. Hablamos de futbolistas como Mario Balotelli, que ha mejorado mucho el las últimas semanas. Italia está acostumbrada a jugar al máximo nivel y controlar siempre los encuentros. Son muy buenos tácticamente y se adaptan con facilidad. Pero eso no significa que Inglaterra no pueda hacerlo bien. Cuando no se tiene presión y nadie ha depositado grandes expectativas en ti, eso puede ser implícitamente una ayuda y resultar liberador para el equipo. Siempre hay una oportunidad en el fútbol si investigas formas de juego y te aseguras de prepararte correctamente.

Las salidas de McParland y Borrell son la señal del fin de una era

Ha habido cambios en el Liverpool FC desde la última vez que escribí esta columna. Frank McParland y Rodolfo Borrell han dejado sus puestos en la 'Academy' del club. Fue una sorpresa para mí, lo reconozco. Recuerdo a Kenny Dalglish alabando el gran trabajo que estaban desempeñando y el creciente número de jugadores que llegaban desde la academia al equipo en los últimos años.

Sé por experiencia lo difícil que es empezar un proyecto con nuevas ideas y yo mismo estaba encantado con los resultados en el primer año, cuando les pedí la creación de una academia que pudiera formar jugadores para el primer equipo. Pero no puedo criticar esta decisión: sólo desearles lo mejor a ambos, unos grandes profesionales. Me alegro de ver que Frank tiene la oportunidad de trabajar en un nuevo club, en Brentford. A partir de ahora estoy seguro de que se beneficiarán de sus capacidades.