En estos tiempos tan difíciles para todos nos hemos familiarizado con palabras como confinamiento o cuarentena. Expresiones que, en general, son ya parte de nuestro vocabulario en el día a día.

En diciembre terminó la Liga en China y, como es habitual, ya teníamos planificada la pretemporada siguiente con distintas semanas de trabajo en varias localidades de España y China. Desafortunadamente, el coronavirus trastocó todos nuestros planes y tuvimos que ir adaptándonos sobre la marcha.

En mi caso, la caducidad de mi pasaporte y las dificultades burocráticas del momento me dejaron sin VISA en vigor para entrar en China. Este hecho ha provocado que durante más de dos meses nuestro equipo, el Dalian Pro, haya estado trabajando con las directrices y supervisión directa de mi equipo técnico, junto con la inestimable ayuda del staff chino.

Todos ellos, junto con los responsables del Club, el Director Técnico, el Departamento Médico, el coordinador del fútbol base y sus entrenadores, los empleados de la nueva y fantástica Ciudad Deportiva, y como no, los jugadores del primer equipo han tenido y están teniendo un comportamiento excepcional, con un alto nivel de profesionalidad y realizando un control y seguimiento excelente de la planificación prevista.

Mis colaboradores más cercanos llevan muchos años conmigo y ya sabía de su calidad humana y en el trabajo. Pero me gustaría destacar que durante este tiempo en el que no pude estar con ellos, han asumido aún más responsabilidad, mayor carga de trabajo, y de forma ejemplar. Por eso estoy escribiendo estas líneas, para poner en valor y reconocerles esa labor en mi ausencia que me vuelve a confirmar, como en muchas otras ocasiones, la merecida confianza que tengo depositada en ellos.

GRACIAS a todos por vuestro esfuerzo, dedicación y profesionalidad.