Félix Carballo

Félix Carballo Martínez.
Félix Carballo.
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Como jugador:
CF Extremadura España 1986-2002
Levante UD España 2002-2005

Como entrenador:
Levante UD Femenino 2006-2008

El Rafa Benítez que yo conocí

Pocos fuimos los que creímos en él desde el primer día de su llegada al CF Extremadura. La sombra del último entrenador, de su predecesor, permanecía en el recuerdo y la gesta de haber conseguido el ascenso del equipo a la máxima categoría del fútbol español también. El CFE había descendido a Segunda División y después de aquello muchos futbolistas abandonaron la entidad. El reto era sencillamente enorme.

Rafa tenía una gran labor por delante: intentar devolver al equipo a Primera División. Dicho de ese modo era una utopía para una población como la de Almendralejo, pero poco a poco fue sumando adeptos a la causa a base de trabajo, humildad y dedicándole muchas, muchas horas al proyecto. Recuerdo que más de una vez casi se queda encerrado dentro del vestuario porque siempre era el último en abandonar las instalaciones. Se preocupaba por todo, era muy minucioso, lo analizaba todo. Pasé dos años entrenando, casi viviendo, con un pulsómetro.

El tesón, la confianza que transmitía, el análisis que del equipo contrario nos hacía, lo convertían en una persona meticulosa, capaz de ‘diseccionar’ al contrario y minimizar sus recursos. Como anécdota, recuerdo que conocía la pierna dominante de todos los jugadores a los cuales nos enfrentábamos y eso nos lo preguntaba en el vestuario. Nos hacía constantemente pensar en fútbol, estar despierto, no te permitía relajarte un sólo segundo. Lo que más me impresiona de él es su forma de vivir este deporte tan apasionante que para él no tiene secretos. No te regalaba nunca los oídos en su búsqueda de la perfección, la exigencia siempre era máxima.

El ‘objetivo’ se consiguió con autoridad, logramos ascender casi con suficiencia. Esta vez por la puerta grande, sin promoción, consiguiendo certificar la mejor temporada de la historia en la Segunda División del CF Extremadura. Rafa había conseguido el más difícil todavía. La temporada en Primera fue dignísima y el equipo se quedó a un único punto de la permanencia y a un solo gol de lograrlo en el último suspiro.

Y aunque nuestros caminos se separaron, siempre ha sido, y sigue siéndolo a lo largo de todos estos años, un referente. Para mí fue todo un privilegio compartir tantas clases tácticas a las que nos sometía. Y es que a pesar del tiempo, en casi todas las conversaciones con gente de fútbol aparece su nombre ligado a la pasión, a la búsqueda de la perfección, al querer resolverlo todo.

Ahora, y desde la perspectiva de entrenador, es un ejemplo a seguir, una fuente inagotable de conocimientos que nos permite continuar enriqueciéndonos a todos los que nos dedicamos a este mundo. Rafa Benítez ha sido capaz de discutir a los dos grandes de nuestra liga el campeonato y, al mismo tiempo y en el extranjero, abrir la puerta a muchos entrenadores españoles al panorama internacional.