El Blog de Rafa Benítez
Eurocopa 2012
Rafa Benítez
La República Checa, que se medirá el jueves a Portugal, Alemania, que hará lo propio con Grecia un día después, España, que tendrá que vérselas con Francia el sábado, e Inglaterra, que tiene como rival a Italia en un compromiso fijado para el domingo, resultaron ser los cuatro campeones de grupo en esta fase final de la EUROCOPA 2012 que estamos viviendo intensamente. Los ocho equipos citados se reparten los cuartos de final de los que se han visto descabalgadas las dos anfitrionas, Ucrania y Polonia, además de una sorprendente, en negativo, Holanda, Rusia, de la que se podría decir otro tanto, Suecia, que se despidió a lo grande a costa del equipo galo, Croacia, gratificante su celebración en el adiós, Irlanda y Dinamarca. Vamos a analizar como se cerró la fase de grupos y a intentar explicar algunas cosas llamativas con las que nos hemos encontrado casi hasta el epílogo.
La sorpresa griega
Polonia comenzó su tercer y decisivo encuentro tal y como había iniciado los duelos anteriores, imprimiéndole mucha intensidad, atacando prácticamente desde el principio, aunque con más llegada por la derecha, y con el habitual sistema utilizado en esta EUROCOPA en la que es anfitriona: el 1-4-1-4-1.
Y fruto de esa mentalidad ofensiva de la que hablamos, forzaron varias faltas laterales y llevaron el peligro en los primeros minutos a la portería defendida por Petr Cech. Es cierto que no tenía mucha intensidad ni coordinación en la presión, pero sí voluntad e intención de ir siempre hacia arriba cuando recuperaba el balón.
Aunque poco a poco fue perdiendo el control del partido y hasta la confianza. Especialmente cuando empezaron a llegar noticias del Rusia-Grecia y no eran precisamente muy favorables.
Para terminar de quitarles toda esperanza, el gol de la República Checa supuso un mazazo del que realmente ya no se recuperarían.
Dudka actuaba como único medio centro y, a medida que transcurrían los minutos, cada vez le costaba más cerrar los pases interiores hacia los atacantes checos.
La República Checa, con un 1-4-2-3-1 como dibujo sobre el césped, trataba permanentemente de sacar el balón jugado desde atrás y, en cuanto recibían algo de presión, buscaban la espalda de la defensa polaca por medio de golpeos largos. Nada efectivas por cierto estas iniciativas.
Daba la sensación de que no iban a arriesgar mucho y de que querían dejar pasar el tiempo. Baros se encontraba muy desasistido arriba y no daban sensación de peligro.
En la segunda parte sin embargo, el resultado del otro partido del grupo sirvió para espolearlos y, en un contraataque bien llevado por Baros, en el minuto 71, Jirasek pone por delante a su equipo con el tanto que, a la postre, sirvió para darles el pase a la siguiente fase.
Enseguida empezaron luego los cambios de jugadores y también de actitud. Polonia comienza a notar la ansiedad, se va hacia arriba y deja muchos espacios a la espalda que empiezan a aprovechar los checos para sacar algunos contraataques.
Para darle más emoción al grupo, Polonia tiene una ocasión en el minuto 94 que sacó la defensa checa bajo los palos. No hubiese clasificado al equipo local, pero si a los rusos que, sin embargo y tras su excelente arranque de torneo, han quedado fuera por sus propios errores defensivos.
Y para profundizar en lo que le sucedió a Rusia, en el otro partido del grupo, Grecia se impuso precisamente al bloque ruso y protagoniza la primera sorpresa del torneo.
Los helenos salieron con un 1-4-2-3-1 y colocaron por delante del medio campo a Karagounis para aprovechar su calidad y evitarle un excesivo desgaste físico.
Por su parte, los rusos salen con su habitual 1-4-3-3 y tratan de llegar a la portería rival con paredes por dentro y aprovechando las subidas de sus laterales, que abren el campo, mientras que los griegos se limitan a replegarse y defender con agresividad y acumulación de hombres.
Sin desarrollar un gran juego, pero superando todas las adversidades y mostrando un excelente espíritu de equipo, los griegos se meten en la siguiente ronda.
Rusia siempre miró hacia la portería contraria, pero sus centros, remates o tiros desde lejos fueron insuficientes para compensar ese tremendo error defensivo de Ignashevich que les costó el partido y parece que también la eliminación visto lo visto, en un simple saque de banda. Es frecuente ver a equipos rusos haciendo muchos seguimientos al hombre en defensa. Esa falta de coberturas y mala posición de partida de toda la línea defensiva, más pendiente del hombre que de la zona, hizo que no pudiesen recuperar la posición y evitar así el gol de Karagounis.
Dzagoev, Arshavin y Zirkhov volvieron a crear peligro en ataque, pero no tuvieron la efectividad del primer partido y lo pagaron caro.
La superioridad de su equipo les daba confianza, pero el gol griego en el tiempo añadido de la primera parte les puso las cosas muy difíciles. Perdieron esa confianza y sobre todo la tranquilidad para saber jugar el segundo tiempo.
Denisov pudo marcar en un tiro desde lejos, pero aún más peligrosa fue la respuesta de los griegos por parte de Tzavellas, con un tiro de falta que se estrelló en el palo muy cerca de la escuadra.
Dzagoev casi marca en los minutos finales, pero no pudo cambiar el destino y nuevamente el equipo heleno da la sorpresa en otra Eurocopa, aunque, sinceramente, no parece que vaya a ser tan grande como en la última ocasión.
La candidatura lusa
De entrada en el epílogo del denominado ‘grupo de la muerte’, sobre todo para Holanda, y una vez confirmada la clasificación de uno de los grandes favoritos, Alemania, una consideración al margen. Portugal ha presentado su candidatura, al menos para mí. Como ya dije cuando escribí sobre la selección lusa en este mismo blog, me gustaba el equipo de Portugal. Es más, sólo faltaba que Cristiano Ronaldo mostrara su verdadero nivel y tuviera acierto para pensar en sus serias opciones. Y ante un flojo conjunto holandés supo y pudo hacerlo y la verdad es que marcó la diferencia.
Salieron los portugueses con un definido 1-4-3-3 mientras que los holandeses buscaban ampararse en un 1-4-2-3-1, tratando de acoplar a sus mejores jugadores pero con un sistema que no parecía que se adaptara a las características de muchos, la mayor parte, de ellos. Y me da la impresión que eso lo terminaron pagando al final.
La defensa ‘orange’ no pudo casi nunca con la velocidad y los contraataques portugueses y sus alternativas en ataque, con un equipo mucho más ofensivo, no fueron suficientes para superar con la autoridad necesaria a una sólida defensa como la lusa. La inclusión de Van der Vaart en el medio, con Sneijder, Van Persie, Huntelaar y Robben como bazas ofensivas, era claramente una apuesta valiente y arriesgada por parte del seleccionador holandés que puso sobre el tapete todo lo que poseía. Pero no es menos cierto que todo ese proyecto se tenia que basar primordialmente en el equilibrio del conjunto y las reiteradas pérdidas de balón y los consiguientes contraataques de Ronaldo, Nani y compañía eran un problema permanente para una defensa bastante adelantada, no excesivamente rápida y, lo que es peor aún, muy poco coordinada.
Por si fuera poco con lo anterior, en la fase ofensiva no movían el balón con la velocidad suficiente como para intentar siquiera sorprender a una bien colocada zaga portuguesa. Además, la tendencia de futbolistas como Sneijder, colocado en la izquierda, a irse hacia el centro, dejaba mucho espacio para las subidas por su banda de Pereira, que bien acompañado de Nani o Meireles, siempre creaba problemas a los defensores de ese lado. Para complicar aún más los problemas que evidenciaban los holandeses, Ronaldo y Coentrao, con la nada desdeñable ayuda de Moutinho, también desequilibraban por el otro lado. Y la realidad era que De Jong se había convertido el único medio defensivo y de trabajo de su equipo y, lógicamente, no podía llegar a todos los sitios. Cuando Cristiano Ronaldo, en el minuto 27, neutralizó el gran gol marcado por Van der Vaart para abrir el marcador, se podía ya apreciar que el equipo portugués controlaba absolutamente el duelo y daba mucha más sensación de peligro cuando tenía en su poder el esférico.
En el segundo tiempo, Bert Van Marwijk trata de recomponer su esquema y coloca a Robben en la izquierda, con Van Persie en la derecha y Sneijder en su posición favorita, justo por detrás de Hunterlaar. Portugal, por medio de Cristiano Ronaldo, empieza a cogerle la espalda a la defensa rival y se intuye cada vez más cerca el tanto portugués. Aunque éste se haría esperar, no llegó hasta el minuto 74. Eso sí, salvo otro excelente golpeo de Van der Vaart, esta vez con la derecha, al palo, no parecía que el cuadro naranja, en ese partido de negro, pudiera llevarse el gato al agua.
Con los cambios en ambos equipos, la entrada de Afellay por Willems es una apuesta ofensiva más por parte del seleccionador holandés. Pero la realidad es que no tiene impacto en la fase ofensiva y sin embargo crea más problemas en defensa, alargándose aún más el equipo y dejando muchos espacios añadidos entre líneas y en ambas bandas.
Luego vino el excelente pase de Nani a Ronaldo en un contragolpe y el de Madeira que marca el 2-1 y termina con las ilusiones holandesas.
Al final, en el minuto 88, hubo tiempo para una buena jugada de Holanda al primer toque que hay que destacar. Pero el tiro final de Van Persie resultó estéril lo mismo que el tiro al palo de Cristiano, que podría haber significado una renta aún mayor, el tercer gol para su equipo y también para su cuenta particular.
Como detalle a reseñar y observar de cara al próximo partido, Portugal defendió en los corners con hasta siete jugadores en zona y en las faltas laterales en contra, incluso en las más próximas a su área, con muchos jugadores sobre la línea del área grande y sin retroceder hasta el último momento.
En definitiva, muy buenas sensaciones en un equipo luso que se enfrentará a la República Checa mañana jueves y, si juega al mismo nivel, se me antoja que es el favorito para pasar a la siguiente ronda.
Y vamos ahora con el Alemania-Dinamarca, en el que los germanos tiraron de inicio del 1-4-2-3-1 mientras los daneses perseveraban en su 1-4-1-4-1. Con la sanción a Boateng, Joachim Low tenía que decidir si colocar en la posición de lateral a Howedes, un central con experiencia como lateral, o bien a Lars Bender. Se decidió por el hombre de banda, el jugador del Bayer Leverkusen de características más ofensivas, y la elección tuvo su efecto positivo porque el joven jugador tiene mejor salida de balón y puede llegar desde atrás si hay espacios.
Además de sus continuas subidas, consiguió un gol, un excelente premio a la constancia, el primero de su cuenta particular y ése será un recuerdo imborrable para él y una satisfacción enorme para su entrenador. Seguro que su hermano gemelo, Sven, jugador del Borussia Dortmund, también se habrá alegrado con ese gol y con la clasificación de Alemania.
Con la victoria por 1-2 ante Dinamarca, Alemania confirmó su candidatura como una de las favoritas para llevarse esta Eurocopa. La victoria de Portugal en el otro partido suponía que cualquier error, un simple gol, dejaría fuera a Alemania. Pero los germanos mantuvieron la tensión y mostraron la confianza que tienen en ellos mismos con este resultado favorable.
Khedira se ha convertido en un jugador muy importante para ayudar a sus compañeros en mediocampo y, a la vez, juega bien, tiene bastante libertad sobre el terreno de juego y se nota que tiene mucha confianza.
Por su parte, Dinamarca ha sido un buen equipo, ordenado y con las ideas claras. Pero le ha faltado algo más de atrevimiento o, tal vez, calidad para pasar a la siguiente fase. Sus laterales suben con frecuencia y sacan buenos centros para Bendtner, a lo que se suman algunas buenas llegadas desde atrás de los centrocampistas, y la defensa es sólida por el centro, pero aún así no ha sido suficiente. Su seleccionador, Morten Olsen, decía al terminar el partido que habían jugado contra un equipo fantástico, dándole mérito al conjunto alemán. Pero de alguna manera eso denotaba la falta de confianza en sus propias posibilidades.
El gol de Podolski en el minuto 19 parecía que encarrilaba el duelo para los alemanes, pero el empate de Dehli en el 24 dejaba a Alemania en una situación peligrosa, como decíamos antes, por el resultado de Portugal. Bender dejó el partido resuelto y parece justo que uno de los mejores equipos visto lo visto pase a la siguiente fase.
En la segunda mitad, Neuer tuvo poco trabajo y el cansancio de Kvist y Zimling permitió que tanto Khedira como Ozil se impusiesen en esa zona del campo. Schweinsteiger parte de más atrás, inicia el juego en mediocampo y eso permite a Ozil moverse tras el delantero y buscar ese pase definitivo que él encuentra mejor que nadie.
En definitiva, Alemania es una seria candidata al triunfo final por su gran solidez y su enorme fiabilidad pero es que, además, tiene calidad en muchos de sus jugadores y gol con Mario Gómez o bien en llegadas desde atrás. Su estatura y poderío físico son otros factores a considerar si las cosas se le complican en algún partido, por lo que tienen muchas alternativas de juego para resolver sus compromisos. Ahora veremos qué ocurre ante Grecia.
España, a lo suyo
Y llegamos al grupo C y al partido de las especulaciones previas, que luego se quedaron en nada. España no entiende de arreglos y fue a lo suyo ante Croacia. A ganar el partido, a sumar los tres puntos y a ser primera de grupo.
Croacia comenzó el duelo con un sistema 1-4-2-3-1 en ataque que se convertía en un 1-4-5-1 en defensa. España, por su parte, inicia el compromiso con su habitual 1-4-3-3. El equipo croata sabía que España tendría la posesión, por lo que se preocupó más de defender bien, de juntar sus líneas, de acumular hombres detrás del balón, de hacer ayudas defensivas en las bandas para propiciar situaciones de dos contra uno y de trabajar mucho a nivel colectivo, que no es poco. Ese era su plan para no perder. Pero quedaba lo más importante, había que perfilar un plan para ganar. Y para intentar hacerlo tenían previsto, así lo hicieron y la verdad es que no lo hicieron mal, salir al contraataque. Cuando Modric aguantó hasta el último momento para pasar a Rakitic en la ocasión más clara para los croatas, ese plan y todo ese trabajo pudo haber dado sus frutos. Pero la selección española tiene grandes jugadores en todas las líneas y en la portería tiene a Casillas, que como una de sus virtudes primordiales tiene la de estar siempre muy concentrado para poder acertar en las pocas ocasiones en las que tiene que intervenir. Esa es una cualidad de portero grande de un equipo grande y Casillas lo es.
La otra baza que podía jugar Croacia era la de las acciones a balón parado debido a su estatura. Pero esta alternativa no dio sus frutos por mucho que las imágenes del partido repetidas nos muestran más de una disputa ‘opinable’ en ambas áreas que podría haber cambiado el desarrollo del encuentro de haberse convertido finalmente.
Lo más destacado del conjunto croata fueron las incorporaciones por la derecha de Srna, ayudado por Rakitic, y el partido que realizó Modric, mostrando la calidad que se le reconoce en la Premier, con buen manejo del balón y movimientos entre líneas. En resumen, buen partido de la selección croata, ante un equipo al que le tenía mucho respeto y eso supuso algo de falta de ambición, aunque siempre es muy difícil saber que habría pasado si hubiesen salido más al ataque y hubiesen dejado más espacios a su espalda y entre líneas para que los pudiesen aprovechar los jugadores españoles.
Por su parte, España es cierto que no estuvo cómoda durante todo el encuentro. La acumulación de jugadores croatas en defensa y su buen trabajo de ayudas dificultaban las maniobras españolas y no se encontraba ese último pase que supusiese una ocasión de gol.
Tenía la posesión, los laterales estaban abiertos y arriba daban amplitud, pero con frecuencia no eligieron la mejor opción. Los tres hombres del mediocampo, Hernández, Busquets y Alonso, se ofrecían y cambiaban de posición, pero las transiciones eran algo lentas y los errores en los balones interiores daban más energía a los zagueros croatas que veían recompensado su esfuerzo en defensa. Las apariciones no muy frecuentes de Iniesta y Silva tampoco eran suficientes para abastecer de balones a un voluntarioso Fernando Torres, que buscaba espacios donde realmente no los había por la posición de la retaguardia croata.
La salida de Navas le dio algo más de amplitud al equipo y la oportunidad de desequilibrar en la banda. Junto a esta acertada opción, la salida de Fábregas fue importante, no por lo que supuso en el juego en sí, que también, sino porque al retrasarse y recibir en esa posición permitió a Iniesta y Navas entrar desde atrás. Su excelente pase, sin presión del rival es cierto, encontró la espalda de los centrales y entre Iniesta y Navas hicieron el resto. Un 1-0 a favor de España que le supone pasar como primera de un grupo en el que también sigue Italia. Francia en el caso de los españoles e Inglaterra en el de los italianos aguardan ya.
Y hablando de Italia, su compromiso final en la fase fue un duelo descafeinado ante Irlanda en el que andaban mirando de reojo, volvemos al inicio, el partido de España ante Croacia. Los trasalpinos vencieron 2-0 a la República de Irlanda aunque tan preocupados estaban del referido partido, el otro del grupo, que casi se olvidaron del suyo. Los irlandeses pusieron como siempre mucha voluntad, pero poco peligro.
La buena noticia para ellos es, lógicamente, la clasificación de Italia. La mala, la lesión de Chiellini. Se habló mucho al principio de la concentración de Italia de la posible salida del equipo de Barzagli por lesión y su baja parece que ‘animó’ a Prandelli a jugar con defensa de tres centrales y De Rossi como uno de ellos en esos primeros partidos. Para este choque Prandelli optó por colocar una defensa de cuatro con Abate en la derecha, Barzagli y Chiellini como centrales y el lateral izquierdo fue para Balzaretti. Chiellini puede ser baja para el próximo cruce, pero al menos han recuperado a Barzagli. En el medio campo Pirlo mantenía la posición y Marchisio entraba más por la derecha, pero tanto él como Motta y De Rossi podían intercambiar posiciones en distintas fases y según necesidades. Arriba, Cassano y Di Natale.
El último choque de la fase no tuvo mucho que analizar. Los italianos eran superiores y lo sabían, no ponían la intensidad que se podía esperar de un partido de este nivel, pero era suficiente para controlar a Irlanda, que basaba sus opciones en salir al contraataque o tratar de sorprender en alguna acción a balón parado o en el juego directo. El inicio del envite nos mostró nuevamente la intensidad de los irlandeses, con golpeos largos para disputar el balón por arriba y luego la segunda jugada.
El gol de Cassano, que junto con Di Natale eran de lo poco que llamaba la atención en Italia, hizo que los hombres de Prandelli, de forma inconsciente, pensasen más en el partido entre España y Croacia casi más que en el suyo mismo.
Irlanda confiaba en un córner o en una falta lateral, en un golpeo largo y una segunda jugada, pero no inquietaba demasiado a los italianos. Bonucci entró por el lesionado Chiellini y nada cambió. Como tampoco se apreció con la entrada de Diamanti por Cassano. Aunque sí, y mucho, con la de Balotelli por Di Natale. Era la primera vez que el jugador del Manchester City partía del banquillo y, cuando consiguió el segundo gol para Italia, no parecía estar muy contento. Prandelli, con mucha habilidad, le ha quitado trascendencia al tema y la intervención de Bonucci, tapándole la boca a su compañero, fue fundamental para evitar males mayores. Si todo se arregla de puertas para adentro, el delantero seguirá siendo un peligro para los rivales, en este caso para Inglaterra en el próximo partido.
Por su parte, Irlanda se despide de la Eurocopa con una sensación de ‘quiero pero no puedo’. Muy buena actitud en el campo y en la grada, pero pocas posibilidades reales de progresar en la competición. Cuando uno da todo lo que tiene, no se le puede pedir más. Enhorabuena por haber estado aquí y suerte para la próxima competición.
Inglaterra, primera de grupo
Y terminamos con el grupo D. El que se resolvió con el liderato de Inglaterra, la segunda plaza de Francia y el adiós de Suecia y la anfitriona Ucrania. Vamos primero con la victoria inglesa ante el equipo que jugaba en casa.
Hubo coincidencia de sistemas de salida por parte de ambos equipos, 1-4-4-2 en los dos casos, con líneas adelantadas pero sin un pressing intenso por parte de ninguno de los dos bloques, y el duelo se puede perfilar en dos mitades diferenciadas. Una primera parte en la que daba la sensación de que Ucrania había sido mejor, con las ideas muy claras desde el principio en cuanto a como jugar. Con balones largos diagonales buscando a los exteriores muy abiertos para luego conducir hacia dentro, buscar la pared o el tiro y dejar espacios a los laterales para incorporarse por si podían abanderar otra opción.
Milner y Young tenían que ayudar en defensa yendo muy atrás y el peligro de Inglaterra vino a balón parado y con un par de golpeos largos diagonales para Young, con el posterior centro para Rooney o tímidos intentos de contraataque.
Baste un dato con la frialdad y la asepsia que encierran los números. En el minuto 24, Ucrania había tirado nueve veces a puerta por ninguna de Inglaterra. Y es que, poco a poco, Inglaterra se va retrasando y termina defendiendo cerca de su propia área.
En la segunda parte, cuando todo el mundo en el descanso empezaba a cuestionar la decisión de Hodgson de iniciar el choque con Rooney en el once titular, se produce la jugada del gol. Y es que el fútbol tiene estas cosas y deja callado al más pintado. Gerrard, con un buen centro desde la zona derecha a la salida de un córner, encuentra al citado Rooney solo en el segundo palo, con lo que sólo tiene que rematar con la cabeza un sencillo balón que le llega tras tocar hasta en tres jugadores. Era el 1-0 y el duelo se pone como quería Inglaterra: los ucranianos tienen que atacar si quieren neutralizar esa ventaja y los ingleses, replegados, juntos y ordenados, a defender con intensidad para salir rápidos a la contra para sentenciar.
En el minuto 53, un saque de esquina mal lanzado por Ucrania supone ese esperado contraataque en el que Yarmolenko muestra que es más rápido que Rooney y le arrebata el balón cuando se iba solo de cara a portería.
Los ucranianos siguen jugando bien, pero tienen problemas en defensa en los centros laterales y van dejando cada vez más espacios a sus espaldas y entre líneas. Por su parte, Inglaterra basa su juego en lo que pueda hacer Gerrard cuando tiene el cuero en sus pies y en el contraataque.
Entonces se produce la jugada clave del partido. Los locales tratan de salir tocando desde atrás, con el equipo inglés apretando muy arriba, y eso hace que la zaga esté muy adelantada. Se produce un dos contra dos que aprovecha Devic para tirar y, bajo palos pero dentro de la portería, Terry saca el balón. El asistente, perfectamente colocado, no aprecia que sea gol por lo que hay que asumirlo cuanto antes para no perder la concentración. Sigue el juego y Parker es derribado al borde del área en una contra muy peligrosa del equipo inglés.
Desde ahí hasta el final, el juego se convierte en un ataque continuo ucraniano, con tiros desde fuera del área e imprecisiones en ataque y esporádicas salidas al contraataque de Inglaterra con más o menos sensación de peligro. Inglaterra gana su segundo partido y los siete puntos le sirven para ser primera de grupo.
Y Francia tiene que conformarse con la segunda plaza y el cruce con España. Y es que saltó la sorpresa en su encuentro contra Suecia. Los suecos salieron con un sistema 1-4-4-2, con la presencia de Toivonen junto a Ibrahimovic para aprovechar sus llegadas al área, y parece que no les salió mal del todo. El bloque escandinavo fue siempre un equipo ordenado, con menos posesión que los franceses pero con las ideas muy claras desde el principio, basándose en su juego colectivo y aprovechando su efectividad en los metros finales en acciones de contragolpe.
Fueron de menos a más, mejorando las transiciones defensa-ataque con la aparición de jugadores como Kallstrom, que estuvo acertado en el pase. Ibrahimovic se movió bien en la zona de tres cuartas partes de campo hacia delante, llegando bien desde atrás para ganarle la espalda al rival. Larsson, en la derecha, también estuvo atinado, implicado en el primer gol de su equipo y consiguiendo el segundo. También dieron sensación de peligro a balón parado y todo eso, unido a su solidez defensiva, con un buen trabajo de los centrales y el medio campo por el eje, nos puede empezar a explicar este resultado favorable, en su despedida confirmada y ante una de las favoritas del torneo.
Francia partía con un 1-4-2-3-1, pasando a un 1-4-4-2 en el segundo periodo tras la entrada de Giroud. Los franceses dieron muestra una vez más de su calidad de medio campo hacia delante, pero no brillaron a nivel colectivo. Tiraron más a puerta, 17 veces, pero sólo 4 entre los tres palos. La posición en la tabla podría ser la causa de una cierta falta de tensión.
La pareja formada por Diarra y M’Vila en medio campo puede que no le dé la velocidad y claridad en la salida de balón que necesitan los jugadores más adelantados. Si le dio opciones en ataque Debuchy, subiendo desde el lateral por su banda derecha y aprovechando los movimientos de Ben Arfa, que partía como exterior derecho para meterse hacia dentro. Junto a Ben Arfa, el juego interior y entre líneas de Ribery y Nasri será una de las claves para el equipo galo. Benzema tiene tendencia a venir a recibir entre líneas, pero Francia ya tiene muchos jugadores para esa misión, por lo que es más peligroso cuando busca la espalda de los centrales.
Por ultimo comentar, como lo hemos hecho en otras ocasiones, que el mayor problema de Francia está en la coordinación de su defensa. Tiene buenos jugadores, pero con desajustes tácticos evidentes. La motivación y concentración que requiere el próximo partido puede ser fundamental para mejorar esa faceta defensiva.
Y ahora un breve descanso de apenas un día y enseguida unos cuartos de final que prometen ser tan intensos y atractivos como muchos de los partidos que hemos visto hasta ahora. La República Checa y Portugal abren el fuego mañana y luego, sin descanso, todo lo demás. Aquí os daremos nuestra visión y estaremos, como siempre, abiertos a la vuestra.
Por otra parte se notó cierta falta de controles dirigidos en jugadores como Alonso y Busquets e incluso Xavi que prefirieron controlar y pasar lateralmente en vez de dirigir el control hacia adelante e intentar la penetración para crear ineastabilidad en las líneas defensivas croatas.
Arbeloa hace un buen trabajo defensivo y de apoyo pero desentona en ataque a veces, más de lo que todos esperamos. España no es la misma por la banda izquierda que por la derecha; algo que se puede convertir en debilidad.