El Blog de Rafa Benítez
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Juanma Morán
Una de las muchas rutinas que tengo como aficionado en los días en los que el Liverpool juega un partido importante, consiste en conversar largo y tendido con un buen amigo en las horas previas al choque sobre las novedades que presenta el equipo de cara al mismo. Es cierto que no tiene mucho sentido esta práctica pero supongo que, para unos tipos demasiado expuestos a inspiraciones ajenas, el hecho de imaginar un posible once así como el desarrollo del juego de acuerdo a ese once, nos da grandes dosis de seguridad. Es acabar la charla y tener el convencimiento de que ganaremos sin ningún tipo de problemas. Por eso me sorprendió que, en una fecha en la que nos jugábamos pasar de ronda en la Liga de Campeones de 2005 (sí, esa que al final ganamos de aquella manera una noche de mayo) teniendo que disputar un complicado enfrentamiento en terreno alemán, el amigo anteriormente mencionado me llamase con otra canción distinta a la de la última hora de nuestra plantilla. En concreto la de la visita de nuestro entrenador a un pub en compañía de unos aficionados.
“¿Has visto las fotos de Benítez en el bar?’” - me preguntó mi colega. Yo, llevado por el escepticismo de una temporada discreta en la competición doméstica, hacía tiempo que había dejado de inquietarme por cualquier tipo de noticia relacionada con la actualidad de Anfield. Según esto, mi respuesta no fue otra que un no rotundo. Pero mi interlocutor insistía, muy entusiasmado con el asunto de que, al parecer, Benítez había sido inmortalizado por varios de nuestros supporters y las imágenes ya ilustraban las diferentes publicaciones digitales de turno. Visto lo visto, estaba claro que no me quedaba otra que interesarme. Y vaya si lo hice. De hecho, en seguida me di cuenta de que, en esos momentos, lo que pudiera suceder más tarde sobre el césped era ya del todo irrelevante. El técnico de uno de los clubes más prestigiosos del mundo reunido en un local con sus hinchas la víspera de la vuelta de una eliminatoria absolutamente trascendente.
Al final la cosa no dejó de tratarse de una confusión (o al menos eso fue lo que trascendió a la sabiduría popular). Nuestro staff quería ver lo que sucedía en Stamford Bridge (dos de los supuestos favoritos, Chelsea y Barcelona, se enfrentaban en ese preciso instante por una plaza en los cuartos de final) y en su hotel no era posible seguirlo por carecer de señal televisiva. Para solventar el contratiempo y motivados por Alex Miller (uno de los entrenadores asistentes por aquel entonces), decidieron salir a la aventura y callejear por Colonia (ciudad elegida para la concentración) hasta dar con un local que permitiese visualizar las imágenes del juego de posibles futuros rivales. Y en esas que se encontraron con un liverpudlian desplazado que les comentó que estaban unos cuantos pegados a la tele en un establecimiento cercano. Así fue como sucedió todo. Aunque lo de unos cuantos se quedó corto. Era toda una multitud la congregada allí. Y entre abrazos y achuchones, invitaciones a pintas y retratos con teléfonos móviles, Rafa se convirtió para siempre en miembro de pleno derecho de nuestra grada. Y encima ganamos fácil. Eso sí, por el resultado que se dio en Londres mejor no preguntar. No lo vio nadie.
I am interested in formations, tactics, systems of play etc., so am finding your analysis interesting.
From your analysis, do you feel that the modern full back has therefore led to the disappearance of wingers?
By that, is it that wingers have disapperaed due to the technical/tactical improvements of the defender? Or simply that those improvements have therefore led to the conversion of defender into winger?