El Blog de Rafa Benítez
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Rafa Benítez
Hasta treinta y cinco dianas se consiguieron en la segunda entrega de esta cuarta jornada de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League. La media se elevó a más de cuatro tantos por partido, con lo que habrá que convenir que fue una noche especialmente realizadora con el barniz que ello representa para una competición de la entidad de la continental que nos ocupa. Hubo goleadas como la del Bayern a costa del Lille (6-1), la de la Juventus ante el Nordsjalland (4-0) o la de un rutilante Valencia en su compromiso ante el Bate Borisov (4-2). El Chelsea se impuso por la mínima al Shakhtar en un duelo con muchas alternativas y el Benfica se deshizo del Spartak de Moscú (2-0). La ‘campanada’ la dio del Celtic de Glasgow, que se impuso al FC Barcelona (2-1), y esta vez sí hubo victorias foráneas, dos y con idéntico marcador (1-3). El Galatasaray ‘asaltó’ el feudo del CFR Cluj y el Manchester United acabó ganando en Braga ante el Sporting. Lo dicho, una nada despreciable noche que, en parte, nos disponemos a diseccionar ahora para sacarle punta a la jornada. Vamos con un par de partidos.
Celtic Glasgow, 2-FC Barcelona, 1.
De alguna manera, se repetía un guión parecido al del partido de hace dos semanas en el ‘Camp Nou’. El Barcelona, acaparando la posesión del balón y jugando siempre en las inmediaciones del área del Celtic, dispuso de varias ocasiones para marcar en la primera parte, entre ellas dos remates al palo, siempre tras larguísimas jugadas combinativas buscando la mejor opción. Los laterales, especialmente Jordi Alba, aportaban profundidad y amplitud al juego. Mientras, el Celtic defendía siempre con dos líneas de cuatro por detrás del balón y evitando el uno contra uno de Alexis y Pedro en las bandas gracias a las continuas ayudas de Mulgrew y Commons a sus laterales. Los acercamientos del Celtic al área de Valdés llegaban casi exclusivamente en acciones a balón parado buscando a Samaras. Y sería precisamente en un córner, en el ecuador de la primera parte, cuando se adelantaría en el marcador el equipo local con un remate de cabeza de Wanyama, en el segundo palo, imponiéndose fácilmente a su defensor en el salto.
En la segunda parte, el Barcelona no encontraba huecos, especialmente en el último tercio ofensivo, debido al buen orden defensivo del Celtic con esas dos líneas de cuatro jugadores antes mencionada en la frontal del área. Alexis jugó más por el centro y Messi creaba peligro desde la banda derecha, yendo hacia dentro con sus clásicas diagonales, con balón hacia el área y, aunque menos que en la primera parte, el Barcelona volvió a tener alguna ocasión para empatar en las botas de Pedro, Alexis y el propio Messi, que en la mayoría de las ocasiones desbarataba el portero Forster. Sin embargo, sería Watt quien, en un balón largo del portero Forster sin aparente peligro, se aprovecharía de un error defensivo del Barcelona y aumentaría la ventaja para el Celtic. Ya en el último minuto, Messi recortaría distancias tras una excelente combinación entre varios jugadores dentro del área, pero no habría tiempo para más y los escoceses conseguirían una importante victoria. Hay muchos factores que influyen en el resultado final y por eso el fútbol es un deporte tan atractivo y sirva como dato curioso que el Celtic terminó con una posesión del 11% por 89% del Barcelona y 166 pases completados por 955 del Barcelona.
Como conclusión, hemos visto algo frecuente en los partidos que disputa el Barcelona, sus centros desde la banda (no juegan con un delantero centro clásico) no son efectivos si no llegan a la línea de fondo y sus penetraciones por el centro deben ser extremadamente precisas, ya que por la acumulación de hombres del equipo rival se pierden muchos ataques y consecuentemente llegan los contraataques que cogen al equipo muy adelantado y, por lo tanto, vulnerable atrás.
Bayern Múnich, 6-Lille, 1.
Set casi en blanco, un golazo de Kalou lo evitó, del Bayern ante un Lille que pareció muy lejos del equipo compacto que disputa su competición liguera. El conjunto bávaro pasó literalmente por encima de un rival que vio desde los primeros minutos como se le venía encima una goleada sin capacidad para evitarlo. El bloque local se plantó amparado en un 1-4-2-3-1, con un doble pivote escalonado en el que Javi Martínez estaba más cerca de los dos centrales y Schweinsteiger con muchas más libertad para moverse de cara al marco rival. Ribery y Robben metiéndose por dentro para dejar expeditas las subidas de los laterales y Müller acompañando en vanguardia a un efectivo, demoledor casi, Pizarro. Por el contrario, el Lille se dibujaba sobre un teórico 1-4-3-3, aunque al estar mucho tiempo replegado en realidad casi era un 1-4-1-4-1.
De cualquier forma, los sistemas en este caso no eran lo importante y sí lo eran la intensidad, el empuje y el acierto de los alemanes que ya a los 28 minutos habían desmantelado a su rival y el Lille perdía 4-0. Había encajado dos goles de estrategia, uno de ellos un gran gol de falta de Schweinsteiger, y otros dos en jugadas, pero con un muestrario tan variado como fulminante. Las referidas subidas por banda, sobre todo de un portentoso Philipp Lahm, desarbolaban la, por otra parte, débil defensa francesa y daban amplitud a los ataques germanos. Los repliegues de los franceses no eran eficaces y los desajustes hacían el resto. Al descanso, se llegó con 5-0 y el mejor hombre del bando visitante, con diferencia, era su portero.
Tras el descanso, el Bayern levantó el pie y el Lille pudo soltarse un poco, no demasiado, la melena. Lo mejor, sin duda, el citado golazo de Salomón Kalou. Luego la sentencia de Toni Kroos en la enésima asistencia del capitán Lahm. Pero a esas alturas hacía mucho tiempo que no había partido.
El conjunto alemán tiene las virtudes que mostró la temporada pasada, con jugadores de mucha calidad que desequilibran cerca del área, y también algo que sirve para abrir a muchas de las defensas a las que se enfrentan: el tiro desde fuera, la presencia y poderío físico que siempre han mostrado, al margen de jugadores en el banquillo que pueden mantener el nivel cuando salen al campo. Su ventaja en la clasificación en la ‘Bundesliga’ y su marcha con paso firme en la ‘Champions’ así lo demuestran.
A la vista de lo anterior, el Manchester ha asegurado plaza en la siguiente fase mientras que en el resto de los grupos queda aún mucho por decir. En el grupo E la diferencia es de un punto con tres candidatos para un puesto, en el F Bayern y Valencia son candidatos, pero no han de perder de vista al Bate, y en el G el Barcelona necesitará un punto para evitar algún susto. Quizás sea la quinta jornada, la próxima, la que acabe por sentar las bases del futuro inmediato de la UEFA Champions League. Lo contaremos aquí también. Hasta entonces.
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