El Blog de Rafa Benítez
Fútbol Profesional
Gerard Nus
Lo primero que creo que debo decir con urgencia es que, para comprender las bases del fútbol coreano, hay que atender más al contexto social e histórico del país que al propio balompié en sí y a sus alrededores. Corea del Sur, donde yo desarrollo mi trabajo, ha evolucionado en las últimas décadas hacia un estándar, digamos, de vida alto. Su prosperidad económica ha conseguido situar al país como la 13ª potencia del globo según el producto interior bruto (PIB) presentado en la lista del Banco Mundial de 2007. Tras separarse de su ‘hermana’, Corea del Norte, en 1945, sin la firma de un tratado de paz y en vista de su radical cambio de gobierno, autoritario por uno democrático (1987), es, a día de hoy, uno de los países asiáticos con mayor grado de libertad política y hasta de derechos sociales. Y decir esto de un país de la zona no es un argumento baladí.
Pero todo esto, ¿cómo ha afectado, dando por sentado que lo ha hecho, al fútbol? Pues este aperturismo a todos los niveles ha fomentado la aparición de un perfil de jugadores muy disciplinados, enormemente trabajadores, valientes y con aspiraciones que se han ‘atrevido’ a moverse hacia las mejores ligas europeas. Podemos tirar de un montón de ejemplos, pero sólo citaremos algunos. Park Ji Sung, que milita en el poderoso Manchester United, Lee Cheng-Yong, que lo hace en el Bolton Wanderers, Park Chu-Young, jugador del Arsenal, o Ji Dong-Wong, que lo es del Sunderland… Y sólo es un muestreo de futbolistas de la prestigiosa Premier League inglesa.
Evidentemente, ha habido muchos cambios en los formatos de la propia liga y del resto de competiciones. A día de hoy, un total de 16 equipos forman la K-League (que es la liga profesional de fútbol coreana) y en los próximos años una Segunda División complementará el torneo con un sistema de ascensos y descensos, dejando atrás el modelo actual cerrado (similar al que se utiliza en la NBA del baloncesto norteamericano).
En la actualidad, la K-League está considerada una de las mejores ligas de fútbol asiáticas. Probablemente es la mejor justo detrás de la J-League (o liga japonesa). El respaldo en forma de patrocinio de potentes empresas que apuestan por el fútbol (lease Hyundai, Samsung, Posco…), la incorporación de jugadores extranjeros (brasileños en su inmensa mayoría), los estadios mundialistas que fueron herencia del 2002, los económicos precios de las entradas (inferiores al precio de un simple café en cualquier bar), los habituales obsequios en los mismos partidos (pelotas, banderines…) y el sorteo de coches para los aficionados durante los encuentros, son algunas de las muestras objetívales de la realidad del fútbol coreano.
Sin embargo, hay que continuar mejorando. En un país donde el béisbol es competencia directa y muy fuerte con el fútbol, dónde las retransmisiones otorgan mayor cobertura al deporte ‘yanqui’ que las de nuestro “querido balón”, hay que seguir potenciándolo fuertemente y sobretodo, aumentar más y más el nivel del juego.
¿Cómo aumentar el nivel de la liga?
Para hacer crecer el nivel de una liga como esta creo que hay que poner en marcha una serie de iniciativas como las siguientes: Apostar por técnicos extranjeros con metodologías contrastadas, adaptar modelos de organización y de funcionamiento de clubes pioneros, equiparar las fechas de inicio y final a los campeonatos europeos, incrementar el número de jugadores extranjeros permitidos por equipo (actualmente se consiente un máximo de 3 jugadores no asiáticos por plantilla) y potenciar cursos y eventos de formación para los profesionales del sector (técnicos, árbitros, representantes, directores deportivos…). Esas son algunas de las propuestas que, a modo muy personal, yo me atrevería a proponer.
Equipos y estilos de fútbol
La K-League presenta un estilo de fútbol en justa relación a sus jugadores y técnicos y a las escuelas, llamémosle así, que ellos representan. Por eso estamos hablando de partidos muy físicos, llenos de encarnizada lucha por el balón, donde domina la fuerza y marcados de entusiasmo. Esas son las características fundamentales de los eventos futbolísticos que se desarrollan semana tras semana y que entusiasman aquí en Corea.
Salvando las evidentes diferencias, pero para ponerlo simplemente a manera de improvisado ejemplo, el fútbol coreano estaría más en consonancia con el fútbol inglés que con el fútbol español. Entendiendo, eso sí, el fútbol inglés en su concepto más puro, el de su origen. No el que se ha visto marcado por excelentes técnicos foráneos (como el mismo Rafa en el Liverpool, o bien, Arsene Wenger en el Arsenal) que han sabido quedarse con lo bueno de la estirpe futbolística anglosajona dándole el toque necesario para hacerlo más ortodoxo al juego de toque, más técnico, más táctico... Por el contrario, si mirásemos el estilo del vecino balompié japonés, éste si tiene más similitudes con el fútbol español. Mayor calidad técnica y más trabajo táctico del colectivo.
Evidentemente cada equipo de la K-League presenta una realidad diferente en si mismo. De igual forma que sus propuestas de juego. No es extraño ver planteamientos defensivos, con cinco jugadores detrás y una sola referencia arriba. O bien propuestas clásicas, con dos líneas de cuatro más sus dos puntas. O, como en el caso de nuestro querido Chunnam Dragons, donde desarrollamos nuestro trabajo, con la línea defensiva siempre reforzada por un pivote que bascula a la espalda de su segunda línea, también de cuatro hombres, más un hombre en lo alto. Planteamiento de 1-4-3-3, pero con los extremos caídos, si se prefiere esta denominación para entendernos mejor.
Otra de las evidencias de los equipos de la K-League es la aportación de los jugadores extranjeros y la ‘marca de la casa’ que implantan. Suelen tener ese punto de más, necesario para competir por los puestos de arriba de la clasificación, y lo hacen basándose en las pautas de estilo del fútbol del que proceden. Sin embargo, a medida que el partido avanza y el cansancio hace mella, los equipos suelen romperse y, por lo general, aquellos conjuntos que más divididos se aprecian, son los que presentan más jugadores que viven de su aporte ofensivo. Por ejemplo, los jugadores suramericanos, brasileños en su gran mayoría vista la estadística, suelen tener ese extra tan requerido en una competición que se tenga por exigente. Pero, a la vez, suelen prescindir de menor dedicación en su fase defensiva. Por supuesto esto tiene margen de mejora y el buen manejo de las sustituciones durante los partidos se convierte en un argumento clave para intentar controlar el rumbo de los sucesos a lo largo del choque.
Chunnam Dragons
No creo que debiera acabar este artículo referido a mi experiencia en el fútbol coreano sin una mención especial a uno de los equipos importante de la liga: el Chunnam Dragons. Personalmente mi vinculación laboral con el club hace que sea más factible la valoración de su plantel, su equipo y sus formas y maneras.
A falta de algunos partidos para terminar la fase regular del campeonato, la predisposición inicial de juego ha sido el 1-4-3-3 para la mayoría de enfrentamientos disputados.
Se trata de un equipo joven, voluntarioso y muy luchador, perfil coreano como hemos dejado claro anteriormente, que a la vez cuenta con la experiencia del veterano portero Woon Jae (pocos porteros han sido convocados por su selección para disputar hasta cuatro mundiales). Los dos jugadores brasileños, Indio y Weslley, más el mediocentro colombiano, Javier Reina, y el central australiano, Robert ‘Corny’, confeccionan, junto al resto del colectivo, un buen bloque. Futbolistas como Seung Hee, que actúa como pivote defensivo, y Hyung Seung, todo lo contrario, su perfil es el de pivote ofensivo, son los que completan la base del armazón del once inicial. El primero tiene una envidiable capacidad para el pase largo y, a la vez, es un jugador que cierra bien los espacios detrás de los dos otros pivotes. Uno de estos dos pivotes, el ya nombrado H.S,, está cedido por el Seul FC y es de los más talentosos del colectivo. Quizás con menor estatura, de acuerdo, pero con gran movilidad, buen último pase y gran capacidad para desequilibrar por sí solo. La línea defensiva no se complica, hacen un fútbol eminentemente práctico. También deberíamos de destacar a tres jugadores que el pasado mes de Agosto asistieron al Mundial Sub’20 disputado en Colombia. Se trata del mediocampista Kim Young Wook (jugador fuerte, joven, con carácter...), el delantero Lee Jong Ho (pura energía y fuerza), y el defensor Hwang Do Yeon (excelente en el juego aéreo y con una buena salida de balón).
Si nos ceñimos exclusivamente a la frialdad de los datos, el equipo ha dado un paso adelante en relación a la temporada anterior. Actualmente hemos cosechado 39 puntos, 7 más que los conseguidos en toda la temporada anterior. Y por si eso fuese poco, la estadística es muy positiva si observamos el número de goles encajados. Sólo 20 tantos hasta el momento, siendo de largo el equipo menos goleado del campeonato, por delante de los 27 goles del Jeonbuk Hyundai y el Pohang Steelers, primero y segundo clasificado respectivamente.
Como nota menos positiva, la dificultad para anotar goles. Sin duda la salida de Ji Don Wong, delantero titular de la selección nacional, hacía el Sunderland (Premier League) no ha ayudado en esta faceta tan determinante del juego.
Futuro
Y qué nos aguarda de cara al futuro. La mejora del nivel futbolístico de las ligas asiáticas, con Japón, Corea y una emergente China más las ya evidentes muestras de éxitos de algunos de sus jugadores en ligas de primer orden, y la más que competitiva situación europea por encontrar futbolistas que nutran sus ligas, presentan una visión realmente positiva del panorama. Ojalá sea así, con esos buenos deseos nos quedamos.
Técnico de fútbol en el Chunnam Dragons
Magnifica descripción de como es el futbol coreano.
Te deseo en tu vuelta a España despues de las aventuras inglesa y Coreana la mayor de las suertes del mundo. Un abrazo. El papi