Con Ramón Martínez, Del Bosque, Molowny...

En la época en la que Luís Molowny era Manager General del Real Madrid, Ramón Martínez el Director de Fútbol y Vicente del Bosque el Coordinador del Fútbol Base, fui ascendiendo hasta llegar a ser entrenador del Real Madrid Sub-19. Con este equipo ganamos dos títulos de Copa y una Liga en tres temporadas. Mi carrera como entrenador estaba claramente en marcha.

Gracias a los logros con el Sub-19, me pusieron a cargo del Castilla en 2ª División y, posteriormente, pasé a ser segundo entrenador del Primer Equipo con Vicente Del Bosque.
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Poco más podía hacer en el Real Madrid en aquellos tiempos. Llegar al banquillo del equipo blanco como segundo era lo más a lo que podía aspirar un joven entrenador que no fue jugador de élite. Había llegado el momento de avanzar y abandonar la 'Casa Blanca' buscando otros horizontes.

Un recién descendido a Segunda División, el Real Valladolid, me eligió para tratar de recuperar cuanto antes la máxima categoría. Para mí era un reto y una gran posibilidad a nivel profesional. Durante la pretemporada, formamos un equipo con jóvenes jugadores que conocía bien de mi paso Imagenpor "mi" Castilla, como Marcos, Antía, Santamaría, Fernando... Teníamos una plantilla adecuada para disputar la Segunda División con garantías. Poco antes de comenzar la competición, dos equipos de Primera División no pagaron sus deudas y fueron sancionados con el descenso. El Real Valladolid fue uno de los equipos llamados a ocupar sus plazas. Volvía a estar en 'Primera' pero sólo 15 días antes del comienzo de la Liga, con una plantilla preparada para jugar en la categoría inferior y sin margen de maniobra para reaccionar.

El equipo jugaba bien, pero evidentemente no estaba preparado para la disputa en Primera. Necesitábamos tiempo y a todos nos faltaba experiencia en esa categoría. Como casi siempre, la directiva se empezó a poner nerviosa y al poco tiempo decidieron cambiar al entrenador. Fue mi primer cese.

La temporada siguiente me fichó el Atlético Osasuna. Nuevamente la misma historia. A última hora se cambiaron los objetivos, había que ascender, se hicieron fichajes precipitados, había demasiados nervios y, de repente, el técnico era demasiado "joven e inexperto". Yo tenía la misma edad y experiencia que cuando me contrataron,  incluso algunos meses más, pero en la novena jornada decidieron que no era el adecuado para sus intereses.

A pesar de la mala racha no me vine abajo. Al contrario, tenía más ganas que nunca de demostrar de lo que era capaz.